viernes, 30 de mayo de 2008

En público

Muchas veces , cuando salimos con nuestra hija, notamos las distintas reacciones de quienes la ven.
Hay quienes tratan de no mirar porque les impresiona la sonda, otros que miran de reojo, haciendo comentarios, otros no tienen más que lástima, pero muchos, gracias a Dios , son los que se acercan y se interesan por ella o se alegran de sus progresos.
En ciertos momentos la reacciones primeras me molestaban y tenia ganas de ponerle un cartel en la silla de ruedas que dijera "SOY FELIZ", pero...¡Cuántas veces he actuado así ante lo desconocido!
Me gusta salir a la calle con mi hija, la llevo con orgullo porque ella lo disfruta, le hace bien y no tenemos que esconder nada, por el contrario, los niños como Jemima tienen mucho para mostrar.

2 comentarios:

Ellys dijo...

Como anécdota graciosa, me acuerdo cuando una vez estábamos en un lugar donde había mucha gente. Un cumpleaños, una reunión, algo así. Me acuerdo que venían tantos nenes (y nenes adultos también)a preguntarme "¿Qué le pasa a la nena?" Y yo trataba de explicar a grandes y simples rasgos que tenía un problemita, etc, etc. Después se me fue la paciencia, y el último nene se me acercó, curioso, y no abría la boca todavía y yo le dije "¡No le pasa nada!". Esta actitud a veces uno la tiene, pero es mejor ser pacientes, porque a mi también me surgían dudas cuando veía a una persona distinta a los demás...

Anónimo dijo...

Hermanos, a mí me gustaba trabajar con niños con capacidades diferentes, y lo hice un tiempo a pesar de mis muletas. La verdad que son personitas que tienen tanto amor y es tan fácil amarlas... Dios sabe lo que hace y porque, Él tiene propósito con TODO, tal vez así nos enseñe a perfeccionar nuestro amor... Por ahora lo único que puedo hacer es orar por Uds. y mi (¿puedo llamarla así)
Jemi.
Clara Leibovich Puerto Madryn