lunes, 12 de julio de 2010

Cuando el tiempo pasa y el recuerdo permanece.

El 3 de julio, Jemima cumpliría siete años.
Cada año, en su cumpleaños, publicábamos en el diario la maravilla del milagro. Pero este año fue diferente, la publicación del recuerdo fue por Internet, a veces creo que soy la única que se acuerda, es lógico, soy su mamá.
Hoy estuve mirando la estrella que acordamos sería la que nos recuerde a Jemima, brillaba con una intensidad tremenda, como brilla su recuerdo en mi corazón, la extraño mucho estos días, será porque eran los días en que sus hermanos regresaban a casa y ella los vivía de una manera especial, ya que disfrutaba de los mimos que ellos guardaban para su hermanita.
Los chicos tampoco vinieron a casa, ya que están sirviendo al señor en un Proyecto Social en los Valles Calchaquíes.
Son momentos en que se hace difícil estar solos. Pero sé que también son momentos donde debo aferrarme más a la Paz que Dios me ofrece.
TE AMO HIJITA.

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