martes, 28 de julio de 2009

Flores para el recuerdo


Esta semana fuimos al cementerio llevando un ramito de claveles. Había sol, las montañas estaban bien blancas de nieve... ya era el mediodía.
Me propuse llevar flores en homenaje al recuerdo de Jemima nuestra hijita de cuya partida todavía no hace un año y a quien extrañamos tanto.
Me propuse que sea un momento donde la recordemos con alegría aunque sólo veamos un tapiz verde de pastos congelados por la helada, sabiendo que ahí debajo un día dejamos su cuerpito, pero que donde está no lo necesita porque tiene otro que Dios le dio.
Un cuerpo totalmente sano y viviendo en un lugar donde todo lo llena la Presencia de Dios.

En casa todavía quedan ropitas que ella usaba pero un día perdimos su perfume; tenemos muchas fotos, tenemos este blog pero lo que más perdura es que para nosotros fue un regalo de Dios.

Su mirada dulce, sus berrinches, sus escasos llantos y las pocas sonrisitas que esbozó, su compañía silenciosa muchas veces...

Qué bueno es tener el consuelo de Dios frente a la partida de una hija. Vemos en estos días personas que quedan sin alguno de sus seres queridos, quienes jóvenes se van de este mundo, otros no tan jóvenes, pero estas personas que no tienen a Cristo están sin consuelo.

La Gracia incomparable de Dios nos sostiene y a El estamos muy agradecidos.

Disfruta Jemima, juega, corre, canta y descubre cada día cosas nuevas en ese precioso lugar donde estás.

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