viernes, 24 de octubre de 2008

Pedimos oración por nuestra hija


Desde ayer a la mañana, sorpresivamente, Jemima ha entrado en una etapa de convulsiones. Ya la noche del miércoles no había sido muy tranquila, pero ayer las convulsiones se repetían con intervalos de muy pocos minutos entre sí. Por la tarde veíamos que suspiraba o bostezaba y a continuación arreciaban las convulsiones. A la noche estaba agotadísima y veíamos en su dulce rostro el cansancio por el trance pasado que habla de la resistencia que ella tiene a la enfermedad y a la muerte.
Victoria es su segundo nombre y es lo que necesitamos ahora.
Creíamos que nuestra hijita no pasaba la noche pero hoy amaneció con vida aunque continúan las convulsiones repetidas y con intervalos de "tranquilidad" de pocos minutos.
La Palabra de Dios dice que si dos de nosotros nos ponemos de acuerdo en la tierra acerca de algo, Jesús pedirá al Padre (Él es nuestro único intercesor) y nos dará todas las cosas.
Pongámosnos de acuerdo. ¿Qué oraremos? No queremos que Jemi siga sufriendo. Como dijo el leproso. "-Si tú quieres, puedes sanarme..." (dirigiéndose a Jesús) y Jesús lo sanó. Sabemos que para Dios nada es imposible pero no conocemos sus planes.
Por lo tanto pediremos a Dios el Padre que alivie y sane los dolores de Jemima, que se terminen las convulsiones, pero si El en su soberanía decide llevársela, sólo se nos estará adelantando al lugar que un día sabemos que con Jesús estaremos. Pero por favor Señor, sánala, toca sus órganos, restaura, sana, alivia, pasa tu aceite que la amamos y la soñamos completa y feliz disfrutando de la vida aquí con nosotros hasta que se cumplan tus propósitos en ella."
Oramos en el nombre que es sobre todo nombre, en el único nombre en el que hay Salvación para todos: en el nombre de Jesús y decimos Amén, Amén, Amén!

PD: Por supuesto que consultaremos hoy sin falta al neurólogo, pero ante los límites humanos, creemos en el ilimitado poder y amor de Dios.

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